CIUDAD DE REDWOOD, California. - Había un entusiasmo indescriptible en las llegadas internacionales del aeropuerto Internacional Mineta de San José, donde los pasajeros del vuelo 7800 de Volaris desembarcaban el jueves.

Los pasajeros venían desde Morelia, México, llevando grandes corazones con su equipaje. 25 personas volaron para reunirse con sus familias que emigraron a Estados Unidos hace muchos años. 

Viajaban a través de un programa llamado Palomas Mensajeras, que se traduce como "palomas mensajeras".

El programa se realiza a través de una organización sin fines de lucro, la Convención Internacional sobre Derechos Humanos y Migración, que trabaja con funcionarios gubernamentales para reunir a familias inmigrantes.

A bordo también estaba Juan Pablo Zetina, fundador y presidente de la organización, asistiendo a la gente desde Michoacán hasta San José.

“30 años que no ven a su hermano, 30 años que no ven a su hijo”, dijo en español.

“¡Hoy es una fiesta para nosotros!”

Zetina dijo que si bien el vuelo duró tres horas, para ellos parecieron 15 minutos porque ha pasado toda una vida desde que vieron a sus seres queridos, se perdieron cumpleaños, días festivos y eventos importantes de la vida.

Un par de familias se reunieron con sus seres queridos en el aeropuerto, pero la gran celebración de la reunión se llevó a cabo a 20 minutos de distancia, en el Fox Theatre de Redwood City.

Después de que el personal de Zetina recibió a los pasajeros, abordaron una camioneta hacia Redwood City.

En el Fox Theatre, sus familiares esperaban entre el público, anticipando ansiosamente su reencuentro con flores y globos, listos para ese primer abrazo.

La camioneta llevó a los viajeros detrás del escenario y los organizadores del programa comenzaron a enumerar a las familias entre la multitud.

Cada familia fue llamada una por una, y se les dio un momento para abrazarse y besarse.

María Teresa de Jesús conocía a sus nietos por primera vez y abrazaba a sus hijos adultos por primera vez en décadas. Dijo que habían pasado más de 20 años desde que vio a su hijo.

Su hija, Emma Vialos, dijo que volver a ver a su madre por primera vez en 14 años es inexplicable.

Después de cada lloroso intercambio, no pueden dejarse ir.

María Guadalupe García Orozco dijo que pasó 30 años sin ver a su hijo, Ricardo Hernández García. Era un adolescente cuando dejó su ciudad natal en México.

Ahora, le está presentando a su madre a su nieto de 19 años y dijo que el momento hizo que su corazón se hinchara.

“Desafortunadamente, se supone que las fronteras unen a los países, pero en este caso, es una gran separación”, dijo Arnoldo Arreola del Consejo Comunitario Latino de Redwood City.

Arreola dijo que consiguió el Teatro Fox para la reunión. "Esta es mi cuarta vez y no importa, es emotivo".

El proceso que lleva hasta este momento puede durar unos dos años.

Zetina dijo que el objetivo es traerlos legalmente, ayudándolos a obtener visas.

Dijo que cuando la gente respeta la ley, pueden viajar libremente a Estados Unidos con una visa que dura 10 años.

También ayuda a que "Palomas Mensajeras" continúe operando cuando se siguen las reglas.

A las familias se les concedió un mes juntas antes de que se les exigiera presentarse en el aeropuerto y regresar a México.

Para calificar para el programa, los participantes en México deben tener un mínimo de 58 años, no tener antecedentes negativos con Migración y una copia de su pasaporte.

La Convención Internacional sobre Derechos Humanos y Migración espera ampliar su programa Palomas Mensajeras para incluir otras partes de Centroamérica y los organizadores ya están en conversaciones con políticos y funcionarios de El Salvador.

Para obtener más información sobre el programa, puede llamar a Jorge García al 415-424-9223.